jueves, 30 de abril de 2009

Carta-respuesta al colegio Medico de Dr.Alejandro Santander

DR. PABLO RODRIGUEZ WHIPPLE
PRESIDENTE (EN EJERCICIO)
COLEGIO MÉDICO DE CHILE A.G.
Santiago de Chile 30 de abril de 2009.
Me dirijo a UD., y por su intermedio al Consejo General del Colegio Médico para expresar lo siguiente:
El día 20de abril de 2009 se me ha comunicado vía carta suscrita por la Secretaria General del Colegio Dra. Inés Barquín de la Cuadra que el Consejo General ha sido notificado de la sentencia dictada el 14 de abril de 2009 en el Sumario Ético Rol N° 020 de 2008, del Tribunal Nacional de Ética , que me sanciona con la pena de suspensión por dos años en mi calidad de asociado e inhabilitación perpetua para desempeñar cargos gremiales.
Me informa la Dra. Barquín que en cumplimiento de la sentencia “…comunico a Ud. que a partir del día 20 de abril de 2009 ha cesado en sus funciones de Consejero General del Colegio Médico de Chile.”
Realizadas las consultas pertinentes se nos han informado que el Consejo General debió esperar que la sentencia del Tribunal Nacional de Ética estuviera ejecutoriada, antes de aplicar lo resuelto por el mencionado Tribunal de Ética.
Bien saben los abogados que una sentencia no se encuentra ejecutoriada y por tanto no se puede cumplir, si teniendo derecho los afectados, éstos presentaran dentro de plazo los recursos, o si existen recursos pendientes, o los presentados no están resueltos por las instancias superiores del Tribunal que falla. Ello resulta de evidente derecho por cuanto no hacerlo implica sancionar injustamente al individuo, que terminado todo el debido proceso, resultara inocente (viola la presunción de inocencia) y porque podría aplicársele pena o daño irreversible al inocente. En nuestro caso particular hemos presentado el recurso de apelación correspondiente y trabajamos en un recurso de protección, y estudiamos acciones jurídicas internacionales para detener la arbitrariedad manifiesta de este putsch de papel.
En mi caso la sentencia no se encuentra ejecutoriada por lo que no es posible que el Consejo General me cese en mis funciones de Consejero General elegido democráticamente por centenares de médicos chilenos.

Es así entonces que la decisión del Consejo General es ilegitima y nula, por lo cual sigo siendo, en derecho, Consejero General de la Orden.
Se ha resuelto con gran apresuramiento para impedirme, adicionalmente, participar en la Convención del Colegio Médico, impidiéndome llegar hasta aquel lugar lejano y caro, en el que se refugian los actuales directivos para adoptar decisiones que no conocen ni participan los médicos chilenos.

Se ha impedido por la vía de los hechos que se escuche mi voz en la Convención, por tanto solo se escuchara una de las partes nuevamente, en ese concepto y estilo de democracia protegida que practican algunos directivos y que tanto deploraron intelectualmente en el pasado.

Debo decirles que más que un daño a mi persona, están causando un gran daño al Colegio Medico y a la democracia en nuestro país. En lo personal ha sido de gran decepción observar la obsecuencia de algunos, la complicidad de otros, y la indiferencia de los más. La búsqueda de pobres porciones de poder o figuración, especialmente en el ámbito de los consensos, mal llamados políticos, que finalmente resultan de conveniencia personal o asociados a la coyuntura política partidista del momento. Ciertamente no me opongo a ninguna militancia pero el Colegio Médico no puede ser sólo la caja de resonancia de dichos intereses.

La utilización del Tribunal Nacional de Ética u otros, como modo de legitimar la persecución y la eliminación de quienes piensan diferente a los dueños del poder, no es nuevo en la historia universal ni en la historia reciente de Chile, de ellos dan cuenta los insignes Jacques de Molay, Giordano Bruno o Clodomiro Almeida por citar solo algunos, los que sufrieron el rigor de la cárcel, de la tortura y algunos el de la muerte, amen del exilio y hasta el retiro de la nacionalidad por decreto.

El uso abusivo de los Tribunales de Ética, para eliminarnos gremialmente constituye una situación que debiera preocupar a todos nuestros colegas a lo ancho y largo de nuestra Patria, pues este acto abusivo de que somos victimas, desmerece profundamente la ecuanimidad médica, patrimonio moral emanada de la virtud de la prudencia en el que tiene uno de sus pilares fundamentales la profesión desde hace siglos. La contratación de servicios jurídicos especializados externos, para la redacción pomposa, rica en retórica, sofismas y fariseísmos no logra ocultar el hecho políticamente relevante: la eliminación instrumentalizada de los opositores políticos. Así lo entenderán los miles de Médicos de Chile y el extranjero.

Se desvanecen las esperanzas de alcanzar la plena tuición ética de la profesión, pues este acto de ajusticiamiento gremial, no podrá ser ocultado a las autoridades políticas y sociales, las que verán afectada su confianza en los médicos y serán reticentes a proporcionarles tales facultades, pero por lo visto ello nada ha importado a quienes lideraron esta operación de eliminación o de “solución final “ en contra de quienes ganamos las elecciones de mayo de 2008 y que fuimos victimas además de un fraude electoral que la justicia se encuentra investigando. Tampoco escapa a mi análisis la eventual circunstancia de un fallo favorable a nuestra reclamación ante el Tribunal Electoral, en cuyo caso el Colegio Médico quedará en una situación muy compleja, cuyas consecuencias son impredecibles.

No les pido que recapaciten pues ya tuvieron reiteradas oportunidades, solo me resta señalarles que la historia del Colegio Medico no será escrita por Uds., será obra de las conciencias libres de los médicos democráticos que con valor y férrea determinación han sido y serán capaces de seguir luchando por el prestigio de la profesión, por el respeto de los derechos de la personas y por la democracia.

Atte.

DR. RODOLFO ALEJANDRO SANTANDER CRUZ
Consejero General Colegio Médico de Chile A.G.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que pena ver la falacia que es el Dr. Santander... deja mucho que desear.

Anónimo dijo...

Sí, enrealidad no actúa bién en lo personal y como profecional.