miércoles, 12 de noviembre de 2008

95 AÑOS POSTA CENTRAL


Con una emotiva celebración que contó con la presencia de la ministra de Salud, doctora María Soledad Barría, del director del establecimiento, doctor Leonardo Ristori, y de otras autoridades y funcionarios, el Hospital de Urgencia Asistencia Pública (HUAP) conmemoró sus 95 años de existencia.

La historia de esta institución se remonta al año 1911 cuando, en vista de falta de atención médica de urgencia, la Junta de Beneficencia de la capital encomendó al doctor Alejandro del Río Soto-Aguilar la organización de un servicio de primeros auxilios y traslado de enfermos, que se reflejó en la inauguración de la Asistencia Pública de Santiago el 7 de agosto de ese mismo año.

Emplazado en una vieja casona de calle San Francisco, el establecimiento fue ampliándose progresivamente, habilitándose una botica de urgencia, un pensionado con cuatro departamentos y un policlínico de atención de urgencias clínicas. Más tarde, la realidad del país hizo necesaria la creación de postas periféricas que dependieran técnica y organizativamente de la Asistencia Pública, tras lo cual el primer centro fue rebautizado como Casa Central de la Asistencia Pública, también conocido como Posta Central, nombre que los habitantes de Chile utilizan hasta hoy para referirse al establecimiento.

En 1939 el personal de la Asistencia Pública viajó hasta Chillán para socorrer a las víctimas del terremoto que afectó a esa zona del país, experiencia que motivó la creación del Servicio de Traumatología, a lo que en las décadas siguientes se sumaron los servicios de Urgencia Dental, Anatomía Patológica, Urgencia Ambulatoria, Medicina y Quemados, y las unidades de Kinesioterapia, Radiología y Patologías Coronarias.

Fue también en 1939, tras la muerte del doctor Alejandro del Río Soto-Aguilar, que la autoridad sanitaria de la época decidió rebautizar el establecimiento con el nombre del insigne psicólogo y médico que renovó varias instituciones asistenciales del país, al mismo tiempo que fue el primer otorrinolaringólogo del continente, además de prestigiado bacteriólogo e higienista. Así, el establecimiento comenzó a llamarse Asistencia Pública Dr. Alejandro del Río.

Ubicada en sus actuales dependencias de Avenida Portugal desde mediados del siglo XX, en las décadas posteriores el recinto no sufrió grandes modificaciones de su estructura operativa hasta mediados de los ’90, época en que se puso en marcha una completa reestructuración estratégica que consideró el desarrollo e implementación de tecnología de punta y preparación de los funcionarios y médicos del centro de salud, para brindar una atención integral al paciente traumatizado y de urgencia.

Al alejarse de los elementos que típicamente caracterizan a una posta, el establecimiento fue rebautizado oficialmente el nombre de Hospital de Urgencia Asistencia Pública (HUAP).

Desde su creación a principios del siglo XX más de 20 millones de personas se han atendido allí. Según quienes han formado parte de la historia reciente del centro de salud, el reconocimiento que ostenta la institución es en buena parte producto de la dedicación y entrega de los 1800 funcionarios que se desempeñan en el hospital.

En esta oportunidad, en que se conmemoraron los 95 años del centro de salud, uno de los momentos más significativos fue la despedida del doctor Ristori, quien luego de tres décadas en dicho centro de salud y 13 años como director, anunció su partida. “Hay personas con más méritos que yo y se merecen una oportunidad”, argumentó.

“Estoy muy agradecido de la oportunidad que yo tuve al estar al frente de este hospital, ha sido un gran honor. Quiero pedirles que no olviden nunca el espíritu que estos muros cobijan hace 95 años”, dijo emocionado.

Por su parte, la doctora Barría agradeció la labor del profesional. “Es una noticia lamentable para este hospital y vale la pena hacer un homenaje porque él ha entregado muchísimo a este lugar. Doctor Ristori, muchas gracias por su entrega”, concluyó la secretaria de Estado.

Historia del HUAP

Aunque las condiciones sanitarias que tenía Chile en esa época iban experimentando mejoras progresivas, hasta fines de siglo XIX cuando una persona sufría un accidente o un enfermo se agravaba, era necesario acudir a un hospital o llamar un médico a domicilio.

En muchas ocasiones, la policía municipal trasladaba a los accidentados a su cuartel donde estudiantes de medicina de los primeros años les brindaban los primeros cuidados.

Esta situación comenzó a cambiar a principios de 1911 durante el gobierno del Presidente Ramón Barros Luco, cuando frente a la falta de atención médica de urgencia la Junta de Beneficencia de Santiago encomendó al doctor Alejandro del Río Soto-Aguilar la organización de un servicio de primeros auxilios y traslado de enfermos, que se reflejó en la inauguración de la Asistencia Pública de Santiago el 7 de agosto de ese mismo año.

Emplazado en una vieja casona de calle San Francisco N° 85, el establecimiento fue ampliándose progresivamente. Entre 1922 y 1925 se habilitó una botica de urgencia, un pensionado con cuatro departamentos y se construyó un policlínico de atención de urgencias clínicas.

Más tarde, la realidad del país hizo necesaria la creación de postas periféricas que dependieran técnica y organizativamente de la Asistencia Pública, tras lo cual el primer centro fue rebautizado como Casa Central de la Asistencia Pública, también conocido como Posta Central, nombre que los habitantes de Chile utilizan hasta hoy para referirse al establecimiento.

La importancia de la labor que allí se realizaba se puso de manifiesto en 1939, cuando a causa del fatídico terremoto de Chillán, el personal de la Asistencia Pública viajó hasta el lugar del desastre para atender a más de 1200 pacientes de diversa gravedad.

La gran casuística que enfrentaron los médicos de la institución en esa oportunidad, entre otras cosas les demostró lo importante que era tener salas especiales para tratar a los enfermos fracturados, motivo por el cual a su regreso a Santiago decidieron crear el Servicio de Traumatología, a lo que en las décadas siguientes se sumaron los servicios de Urgencia Dental, Anatomía Patológica, Urgencia Ambulatoria, Medicina y Quemados, y las unidades de Kinesioterapia, Radiología y Patologías Coronarias.

Fue también en 1939, tras la muerte del doctor Alejandro del Río Soto-Aguilar, que la autoridad sanitaria de la época decidió rebautizar el establecimiento con el nombre del insigne psicólogo y médico que renovó varias instituciones asistenciales del país, al mismo tiempo que fue el primer otorrinolaringólogo del continente, además de prestigiado bacteriólogo e higienista. Así, el establecimiento comenzó a llamarse Asistencia Pública Dr. Alejandro del Río.

La estructura del centro se mantuvo hasta 1979, año en que comenzó a operar el Sistema Nacional de Servicios de Salud (SNSS), en reemplazo del Servicio Nacional de Salud (SNS) que operaba desde la década del ’50. Con la entrada en vigencia del nuevo esquema administrativo, cada hospital base de los SNSS de la Región Metropolitana debió asumir su propio servicio de urgencias, con lo que la Asistencia Pública perdió la exclusividad en cuanto al tratamientos de estos cuadros.

Ubicada ya en su actuales dependencia de Avenida Portugal 125, el las décadas siguientes la Asistencia Pública Dr. Alejandro del Río no sufrió grandes modificaciones de su estructura operativa hasta mediados de los ’90, época en que se puso en marcha una completa reestructuración estratégica del establecimiento.

Dichos cambios se generaron con el objetivo de enfrentar los avances de la vida moderna a través de renovadas instalaciones, desarrollo e implementación de tecnología de punta y preparación de los funcionarios y médicos del centro de salud para brindar una atención integral al paciente traumatizado y de urgencia.

Al hacerse cargo de los enfermos desde su ingreso hasta su alta y con la puesta en marcha de servicios de especialidad, la estructura del recinto se alejó aún más de los elementos que caracterizan a una posta, por lo que recibió oficialmente el nombre de Hospital de Urgencia Asistencia Pública (HUAP).

Desde su creación a principios del siglo XX más de 20 millones de personas se han atendido allí, y hoy la Asistencia Pública se constituye como un líder en el ámbito de la medicina de urgencia en término de complejidad, calidad y cantidad de prestaciones.

Según quienes han formado parte de la historia reciente del centro de salud, además de la infraestructura y el avanzado equipamiento con que cuenta el HUAP, el reconocimiento que ostenta la institución es en buena parte producto de la dedicación y entrega de los 1800 funcionarios que se desempeñan en el hospital, cumpliendo de esta forma con la misión que se fijaron a partir de la reestructuración estratégica de principios de los ’90:

“Ser el más importante hospital de urgencia y centro de referencia del país en los ámbitos asistenciales, docentes, de extensión e investigación, con un compromiso irrenunciable por el mejoramiento continuo en la calidad del servicio entregado a nuestros usuarios, en un marco de preocupación permanente por el uso eficiente de los recursos humanos, físicos y financieros, así como por el bienestar y el desarrollo de las personas que conforman la institución”.

BAÑOS DE LA POSTA CENTRAL ?


NOOOOOOO, es el de baño de la Posta Central , lugar que debe ser limpio digno para todos los que llegan a buscar atención médica, y algún tipo de alivio a sus dolencias. ¿Es posible que los más pobres deban recibir esto?, esta bien que digan que la salud privada es mejor, pero esto es solo pasar un trapo y listo.
Bachelet usted es doctora, bueno ponga orden y limpieza en este recinto. No estoy hablando de las colas que todavia siguen y que aún no soluciona.

Brujo de la dina fallece en HUAP


Solo, usando pañales y con demencia senil severa terminó ayer su miserable vida Osvaldo Pincetti Gac, conocido como el “Brujo de la DINA”, “doctor tormento” o “doctor Mortis” que estaba internado en la Posta Central desde hace un poco más de un mes, cuando fuera internado en grave estado. Desde que fue procesado y condenado, pasó la mayor parte de los días internado en el Hospital Penitenciario de Gendarmería, postrado.

Pincetti, que decía tener poderes paranormales y que asombraba a su público con espectáculos de hipnosis estaba involucrado en innumerables causas de violaciones de los derechos humanos ocurridas bajo el gobierno militar: el asesinato de la cúpula del Partido Comunista, caso conocido como Calle Conferencia, y el homicidio del carpintero Juan Alegría, perpetrado por la CNI para ocultar el crimen del dirigente sindical Tucapel Jiménez.

Este siniestro y mísero personaje llegó a representar todo el horror que se pudo desatar en los centros de detención y tortura que la DINA y la CNI tuvieron y fue reclutado por Marcelo Moren Brito, cuando en 1974 se creo la DINA. Meses antes había escuchado que en La Serena era conocido como el “Profesor Destino”. Trabajando ya en el organismo represivo, participó en las sesiones de torturas de Londres 38 y luego en Villa Grimaldi, donde decía hipnotizar a las víctimas y les inyectaba pentotal, conocido como la droga de la verdad. También inyectó veneno a prisioneros que luego fueron lanzados al mar.

Pincetti Gac, aseguran varios testigos, no recibía visitas desde hace mucho tiempo y otros presos internados en el hospital penitenciario lo agredieron en varias oportunidades al saber quién era.

Su familia cobraba una pensión militar y no le llevaba nada.

El último familiar que concurrió a verlo, sólo lo visitó para saber si estaba vivo.